domingo, 29 de abril de 2007

¿SON INDEPENDENTISTAS LOS SUIZOS?



Lluis Casas*



¿Qué tendrá que ver, pensaran ustedes, Lluis casas y sus neuras infraestructurales con las ansias cantoneras de los espartanos suizos? Pues bien, mucho a mi parecer.

Recuerdo a quien no es usuario del ferrocarril el estado de las líneas de cercanías en Catalunya. No solo las que afectan a los desplazamientos de lo que se ha dado en llamar región metropolitana de Barcelona, sino también, otras más lejanas del centro del mundo, que a diferencia de Dalí yo sitúo no en la estación de ferrocarril de Perpinyà sino en la de Barcelona, la de Sants concretamente, en donde si quieren pueden ver el caos genético del mundo.

Si ustedes van a Lleida, cosa que aunque les parezca extraño les acontece a muchas personas, deberán eliminar una jornada completa de su agenda y dedicarla a leer, si tienen suerte con el asiento, en un cochambroso vagón de RENFE, total por 130 kilómetros des de Barcelona. No les auguro un viaje hacia el Pirineo, Puigcerdà o Tremp, no les quiero tan mal, a menos que gusten de las aventuras viajeras. Y, siento decirlo, por la ubicación de algunos paparandeses, las líneas del norte van a conseguir nuevos records de incidencias. Lo están anunciando.

El mal, tal como ha quedado probado, no es fruto de la voluntad de los dioses, a menos que dioses signifique políticos y altos funcionarios erradicados en Madrid. Des de principios del siglo pasado, la red de ferrocarril en Catalunya no ha crecido un solo metro (AVE exceptuado y metro también), más bien al contrario se han cerrado líneas, estaciones, apeaderos, etc. El transporte de mercancías, única solución a la debacle circulatoria, es el enano del transporte.

No me discutirán ustedes que el asunto ferroviario es de rabiosa actualidad, tanto por las continuas incidencias que impiden una vida regular a los ciudadanos que lo utilizan, como por el sorprendente contraste con el tesoro de las Indias (fondos europeos) gastado en el lujo asiático del AVE. El contraste, término que utilizo por mi educación barroca, es todo un ejemplo de la priorización política española. Millones de personas ven afectada su vida diaria, laboral y familiar a cambio que los ejecutivos inmobiliarios se desplacen cómodamente a los territorios comanches en donde pueden establecer nuevas perspectivas de especulación. Si señores, me permito unos centavos de demagogia.

¿Quieren que hablemos del transporte aéreo? En donde el escándalo puede ser sublime. ¿O quieren que les recuerde la red de carreteras nacionales o autovías que mal cruzan Catalunya? Para no aburrirles solo les recordaré que dicen las malas lenguas que en algunos pueblos que tienen la desgracia de estar en torno a la nacional BCN- MDR, en los kilómetros de Igualada a Cervera, no hay familia sin victima mortal. Creo que se ha tardado veinte años en disponer de una autovía aceptable. Afortunadamente La Panadella y sus curvas con pendiente contraria han pasado al olvido.

Si esa es la eficacia del estado en algo tan planificable como las infraestructuras, no es de extrañar que el aliento cantonés se expanda. Suiza, con cantones, tiene unas infraestructuras estupendas en donde un ciudadano es un ciudadano, coja el tren que coja. Por ello, los suizos no son proclives al independentismo. Los suizos sienten con la razón y sin ella que la maquinaria estatal está razonablemente a su servicio.

Para confirmar las diferencias entre un estado contra sus ciudadanos y un estado de sus ciudadanos, lean la prensa diaria. Pueden situarse en Cataluña o en otras muchas zonas hispánicas, da lo mismo. La decisión, la planificación, las prioridades, etc. son cosa de expertos en estar en Madrid (nada contra Madrid de la que seré suegro a no más tardar). Y para terminar de aclararse, tomen el número 196 de la revista Cuadernos de Información económica de la FUNCAS (fundación de las cajas de ahorro), editada en Madrid recientemente, en donde se exponen los argumentos de un estado federal: el título de la edición es “Comunidades autónomas: aprendiendo a crecer”. La descripción del impacto sobre los servicios públicos y las infraestructuras de los gobiernos regionales es impactante, si vale la reiteración de tan sonoro término. Y las encuestas sobre el sentido de la vinculación social con comunidades autónomas y estado, es para chuparse los dedos. Por fin tenemos los españoles una base estatal en la que empezamos a confiar: las autonomías. Todo ello por el desplazamiento de las decisiones y las prioridades al servicio del ciudadano, no del imperio.

¿Les parece bien ser suizos? Pues parece ser que no estamos tan lejos, cariño. Que nadie lo estropee. Y recuerden que afortunadamente papa estado les devuelve el valor de su billete si han llegado tarde a su cita de amor, o si no han llegado. Los otros costes, se entiende, van a su cargo. Maravilloso.

Lluis Casas (Polopo's College)

viernes, 13 de abril de 2007

LA ONU Y EL TIEMPO METEOROLOGICO

Lluis Casas

Me permito sumarme al alud de comentarios que el reciente informe de la ONU sobre el cambio climático ha suscitado. Informe que ha sido completado por un análisis más en detalle sobre áreas geográficas continentales. No entraré, faltaría más, a detallarles lo que dicen uno y otro. Son ustedes leídos para encararse con la prensa o con los medios diversos que la tecnología nos ha dado. Sólo me permito un brevísimo resumen de ambos: el asunto está que arde y más en el Mediterráneo. Como indica la canción de Serrat.

A partir de esta apreciación científica, permítanme ustedes dos comentarios de pasada: ¿Cómo es posible que a la prensa en general se le hayan abierto los ojitos tan glaucos que tiene en un abrir y cerrar de ojos, nunca mejor dicho? Y, ¿cómo es posible que el aparato político administrativo doméstico no haya abierto la boca, que para esto está, la boca y el aparato?

En el primer caso, uno llega a pensar que alguien está diciendo, ¿anda, cómo no nos habíamos dado cuenta, con la de portadas que podríamos haber hecho? En el segundo, la expresión es más infantil: yo creía que a mi esas cosas no me pasarían, o que alguien las evitaría y me ahorraría preocupaciones, decisiones y costes.

Y no crean que sea un decir. Hoy mismo, un economista académico (sector neoliberalismo-pijismo) que en Barcelona viste chaquetas en eastmancolor, made in Bob Hope, viene a decir en La Vanguardia, que para qué: total, el mundo se va a hundir igual. Y lo hace en términos del tipo de interés, que posiblemente es el interés de ese tipo. Cosa elocuente e incluso poética, si lo piensan bien. Una demostración de la consciencia del periodismo y de la académica sabiduría del corto plazo.

Ciertamente, el paisaje que se nos deviene no es como para amortizar la hipoteca. La ONU lo ha dicho claro, meditado y con datos suficientes. Ahora bien, no ha dicho nada nuevo, simplemente lo ha expuesto en una vitrina mediática sólida y considerablemente fiable. Eso es todo lo nuevo.

Si el deshielo es o no es, lo sabíamos. Si el nivel de mar subirá, lo sabíamos. Si van a desaparecer un montón de especies, lo sabíamos. Y así un largo etcétera. Incluido en el etcétera que no tenemos tiempo para echar una cabezada, y hay que ponerse a toda velocidad a suavizar los efectos, modificar el rumbo y plantar alternativas.

¿Tenemos lo que hay que tener para la misión que nos compete? Me permito responder, recordando dos detalles recientes: El informe inglés de hace unos meses que ustedes tuvieron a mano en este medio y el asunto Al Gore, a su alcance en forma de libro o película. Los dos son planteamientos realistas y políticos, con una excelente base técnica y científica. Los dos expresan alta preocupación y los dos dicen que es posible rectificar y retomar el mando. Antes de la ONU y por personas vinculadas a la alta decisión política, que es mucho decir.

¿Y por aquí?, es decir Europa, España, Catalunya, Barcelona, Parapanda? Muy bien y ¿ustedes? Yo no he oído nada, aunque es de sobras conocida mi tendencia a la sordera doméstica. Aunque sugiero algunas preguntas de itinerario:

¿Quién es nuestro Al Gore? ¿Dónde está nuestro informe? ¿Qué medidas, que no sea apagar la luz a las diez o poner depresores en los grifos, están preparándose? ¿Hay alguien, político personal o político orgánico, dispuesto al sacrificio o al menos a pagar el coste de cumplir con el deber? ¿Qué hace al respecto esa cosa llamada sociedad civil y económica?

Entretanto nos responden, definamos algunos escenarios:

El primero es que todo sigue igual. Hoy por ETA, mañana por Afganistán, esperaremos que alguien haga lo que deberíamos hacer por nosotros. Como la conocida avestruz australiana, que prefiere no verlo. Puede ir bien, si otros hacen nuestro trabajo y puede ir mal. Muy mal.

El segundo es que se tome como prioridad tanto la acción doméstica (a todos los niveles administrativos) seria y la acción internacional en beneficio de la movilización de recursos económicos, tecnológicos y científicos. Como si se tratara de una tercera guerra mundial, pero sin guerra. Una verdadera sorpresa histórica. Puede ir mejor en cualquier caso y razonablemente bien si coincidimos unos cuantos. Se trata que ponerse delante del carro. Recuerdan la psicología de la lucha por la democracia y contra el fascismo. Pues algo parecido: consciencia social y lucha política en un nuevo territorio.

El tercero es que todo era mentira. Los automóviles son sanos, el CO2 tiene gusto a almejas y la Tierra es plana, mide seis veces más de lo que dicen y el Sol, los planetas y les estrellas giran alrededor suyo. Prefiero no verlo.

A modo de ejemplo de cómo estamos si no nos movemos, les incluyo una noticia digital que aparece hoy en un periódico en catalán y que, para evitar suspicacias con la administración Aguirre, traduzco debidamente:



Titular: EL CAMBIO CLIMÁTICO PUEDE REDUCIR LA TEMPORADA DE ESQUÍ EN CUATRO SEMANAS.

Debajo sin remarcar:

La falta de lluvia acentuará la sequía y reducirá la producción eléctrica.

Lluis Casas angustiado

martes, 3 de abril de 2007

JOSEP PIQUÉ EN LA PENDIENTE



Don Lluis Casas

La ciudad de Parapanda y su medio de prensa principal me han brindado un retorno al pasado con un artilugio editado el 11 de marzo y cuyo título responde a la clave de “¿Es Josep Piqué un personaje de Matrix?”.

No tengo la menor intención de discutir los intrincados diagnósticos que se exponen en el artículo, pero sí, en base a unas antiguas fotografías, repensar las biografías de algunos conocidos.

Algunos pensaran que el 11 de marzo está muy lejos. Es cierto, pero las fotografías que ilustran y justifican el comentario también lo estaban y ha sido necesaria una operación logística compleja y arriesgada para sacarlas del olvido. Les pido perdón por ello.

Les referiré en primer lugar las circunstancias fotográficas. Circunstancias que tienen mucha relevancia respecto a lo que expondré a continuación.

Se trata de la impresión del testimonio de un tiempo pasado: una “matança del porc”, antes de que estas fueran prohibidas o reguladas (como quieran ustedes) por la autoridad competente. El medio físico, un pueblo de l’Alt Empordà, concretamente en una finca relacionada con unos amigos, buen político uno y excelente profesor otro, ya prejubilado el primero y desgraciadamente desaparecido el segundo. El tiempo histórico: eran los años setenta. La localización social: hay en la foto una cierta meritocracia catalana y el PSUC universitario de entonces. Creo identificar en la memoria algún (con perdón) polvo de estrellas, escritor o cantante y pequeñas muestras de la clase obrera organizada, es decir CC.OO. Situación normal en los tiempos y las personas de entonces. Una mezcolanza social en absoluto criticable y que algunos la echamos a faltar. Todo hay que decirlo, en la mesa cuenta el buen conversador y no el socio ideológico.

Entre los asistentes aparece la cabeza y la barba de Piqué y con menos pelo su consorte. Un colega del mentado Pep Piqué (PP), afamado bioquímico y miembro del comité local del Psuc, se pone detrás de la máquina de retratar y deja la foto for ever. Hay niños en los alrededores, algunos creían en el futuro. En la mesa un “platillo ampurdanés” y la promesa de los menudillos cerdiles. Todo bien regado con vino y cava (entonces todavía champán) y lo que hiciera falta. Estamos en el campo y con buen tiempo. Y éramos jóvenes. Yo, por ejemplo, todavía no había visitado las universidades norteamericanas como profesor invitado. De todas formas, una delicia.

Ahí aparece mi teoría explicativa de por qué Josep Piqué no es un personaje de Matrix: en Matrix no existe la ley física; en cambio, Josep Piqué la experimenta con intensidad.

La melancolía que produce el paso del tiempo y la apreciación de que este todo lo cambia me impulsan a exponerla. La teoría está basada en la constatación empírica de que la ley de la gravedad afecta a la materia que conforma el cuerpo de las personas (efecto más que evidente en Sofía Loren) y también a las mismas como entidades con contenido político y moral, el caso de Josep Piqué. A esa teoría la llamo “la pendiente”. Concepto que vinculo con la ley física que explica el fenómeno del incremento de la velocidad en el cuerpo que se desliza por la pendiente. Si no hubiera aire, ni rozamiento llegaría a una velocidad infinita. Nada puede pararlo. Nada, excepto mantener el freno desde el comienzo.

Piqué es una excelente muestra de la falta de freno. En la foto no está solo en el asunto. Pero si tiene, ahora, el record de velocidad. Nuestro ilustrado economista, manager y político ha cursado estudios en todas las universidades, en el PSUC (puedo confirmarlo), en Convergencia (fue público y notorio), en el PP (una realidad evidente) y, esperemos, lo que llegará después.

Una vez iniciado el recorrido por la pendiente, siempre con acelerones basados en retribuciones de prestancia, o en manoseos directos, el futuro no tiene relieve, no hay paisaje que observar. Un Voltaire deviene monárquico sin notarlo. ¡Qué dulzura de argumentos defender lo peor de la historia con la inteligencia del que los había puesto a caldo!

Como condimento a tan excelente plato les explicaré que la teoría tiene un complemento necesario al que ahora he podido darle nombre: el efecto “estasi”, que es cosa diversa de “éxtasis”, ¿no es cierto? La película (yo nunca veo filmes, solo películas). La Vida De Los Otros lo expresa con magnífica claridad: la mayoría de la gente tiene precio y no es muy alto, relativamente. Solo hay que desorientarse un poco, hacerse acreedor de una buena amenaza y la promesa de algún dinerillo o equivalente (triunfo social).

Ambos fenómenos afectan a muchísimas personas, pueden aparecer en cualquier momento de la vida, independientemente de las creencias y del patrimonio no mobiliario. Al principio no tiene coste y si muchos beneficios. Con el paso del tiempo, el individuo como ente complejo tiende a desaparecer, ya no se le puede fotografiar siquiera, el cloruro de plata no se deja impresionar. Fíjense que Josep Piqué ya no sale en las fotos, solo aparece un fantasma borroso que nada dice, que nada sugiere, pero que no calla nunca.